Ecobioplast produce bolsas hidrosolubles que se disuelven en agua en segundos sin afectar negativamente el medio ambiente y se convierten en alimento para animales y microorganismos.
Cada año, nuestros océanos se ven invadidos por alrededor de 8 millones de toneladas de residuos plásticos, una cifra que podrÃa superar los 9 millones de toneladas anuales para 2030, según estimaciones de la ONU y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Este preocupante aumento no es más que el reflejo de cómo nuestro consumo de plástico está desbordando la capacidad de gestión de residuos a nivel mundial.
Ante este escenario crÃtico, la necesidad de acción es más urgente que nunca. Diversos organismos han levantado la voz, instando a gobiernos, ciudadanos e industrias a tomar medidas drásticas y efectivas. La solución no solo pasa por una legislación más estricta y un consumo más responsable, sino también por la innovación en la creación de materiales sostenibles y en la gestión de desechos.
Contrario a lo que se podrÃa pensar, no solo los altos gobiernos y las grandes compañÃas están liderando estas iniciativas. Desde la academia y a través de emprendimientos emergentes, también están surgiendo proyectos prometedores con excelentes resultados. Tal es el caso del proyecto ‘Desarrollo de material plastificado a partir del almidón de yuca’ que se gestó en el Grupo de Materiales y Manufactura de los Departamentos de IngenierÃa Mecánica e IngenierÃa QuÃmica y de Alimentos de la Universidad de los Andes, con el auspicio de MinCiencias y A&P de Colombia, una empresa dedicada a la transformación de plásticos por termoformado para diferentes sectores.
Bolsas hidrosolubles: se disuelven y alimentan la fauna
El proyecto, encabezado por Jorge Medina, profesor asociado del Departamento de IngenierÃa Mecánica, se ha convertido en una realidad gracias a más de una década de investigación en el Grupo de Materiales y Manufactura de la universidad. La colaboración con A&P Colombia surgió de la necesidad de esta compañÃa de reducir su impacto ambiental y generar una materia prima biodegradable propia.
Ecobioplast, la empresa resultante de esta sinergia, produce bolsas hidrosolubles que se disuelven en agua en cuestión de segundos. Este material, completamente no tóxico, no solo se degrada sin dañar el medio ambiente, sino que también puede servir como alimento para animales y microorganismos acuáticos. Un avance notable si consideramos que, según la ONU, se utilizan anualmente 500 mil millones de bolsas plásticas en el mundo, muchas de las cuales terminan en el mar, contribuyendo a la contaminación oceánica.
En 2016, y motivados por A&P, los investigadores decidieron llevar sus experimentos de laboratorio a una escala industrial. Este esfuerzo dio lugar a Ecobioplast, una empresa que ya ha sido reconocida por su alto impacto en el sector de los bioplásticos. Orlando Porras, gerente general de Ecobioplast, destacó los beneficios ambientales significativos de este proyecto. Además de reducir los niveles de contaminación por plástico, la iniciativa utiliza la yuca, un cultivo cuyo excedente suele desperdiciarse, mejorando asà la economÃa de los agricultores..

